No me considero una persona paciente, detallista y mucho menos arriesgado.
Cuando vives en un país como Colombia tienes tres oportunidades claras para probarte a ti mismo: 1 Cuando el nacimiento de un hijo que no se quería ahora se anhela y se asume con todo lo que esto conlleva; 2 Cuando las cosas y personas en las que tienes fe se derrumban por abuso de poder, vicios y en general grandes problemas psicológicos; y 3 Cuando la muerte, inesperada, violenta e impune llega directamente a nuestro ambiente.
Me ofende y me pone de mal genio que los asesinos de miles y miles de colombianos esten sentados tranquilamente en Cuba llenando sus panzas y rascándose las pelotas mientras idean mecanismos llenos de desfachatez para dilatar un supuesto proceso de paz. ¿Quién le está pagando el paseito a estos hijueputas? ¿Sabrán que yo tengo un montón de deudas económicas? ¿Quieren participar en un proceso democrático como es una candidatura? ¿Quieren representación y reconocimiento? ¿Quieren perdón y olvido? ¿Tienen idea de las miles de vida que han destruido? ¿Creen que pueden reclamar algo? y la pregunta más importante ¿Estoy dispuesto a reconocerlos como mis iguales?
No recuerdo cómo llegó a mí eso de que "la fe es la capacidad de creer en lo que no podemos demostrar" pero si recuerdo que me la robé y la apliqué. Hace unos años mi fe viene siendo puesta a prueba. He tenido que sortear la ausencia de toda consideración, la mentira, la deslealtad, la falta de respeto y lo más difícil de todo el cinismo. Pero sigo creyendo, mi fe no se quiebra, se renueva, entiende y cambia, soy muy cerrado y ciego con eso, paso como si no ocurrieran los problemas y denuncias, intento convencer a la gente de lo mismo. Yo creo en que la buena fe de la gente.
El que alguien dependa de ti económicamente no te da derecho a exigir o prohibir nada. La vida, para mi, es la suma de momentos que quieres recordar y los que debes siempre tener presentes para tu supervivencia. Podré penar como todos mes a mes por obligaciones que cada vez se hacen más difíciles de cubrir, podré no vivir con grandes comodidades, podré no tener acceso a oportunidades mejores por no pertenecer a la rosca, podré votar siempre a conciencia y perder, podré amar sin recibir respuesta; pero puedo sentarme a fumar, a leer mis comics y manga, ver tele estúpida llena de telenovelas que de cuando en vez hacen reir por sus incoherencias o sus genialidades, puedo trabajar con gente que me quiere, intentar una y otra vez hasta que lo que está mal funcione, aprender de mis errores para volverlos a cometer sabiendo qué exactamente va a salir mal.
Lo que no puedo es aceptar que piensen que tienen más derechos que yo.
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